miércoles, 23 de septiembre de 2015

Me voy

De España, no del blog. Canción de hoy

Como os comentaba en el anterior post, en Julio-Agosto fui a Londres a realizar un curso de Interpretación en una Academia muy molona cuna de actorazos como Benedict Cumberbatch, Jim Broadbent y John Lithgow entre otros, y tuve una catarsis artística y existencial tal que provocó que nada más bajarme del avión en Madrid me comprase un billete de vuelta a UK. Típico impulso mío, lo que viene siendo un venirse arriba nivel: Experto que me sale sin tener en cuenta que vivo en un apartamento a rebosar de cosas, que tengo un trabajo al que volver, una Escuela a punto de empezar el curso y unos padres que van a sufrir una hemorragia cerebral cuando les diga que me voy…otra vez.

domingo, 26 de julio de 2015

Cambia de vida en un año

No os lo voy a decir al estilo Paulo Coelho, sino al estilo Bardi. 

Os vais a morir, y yo también.

Ya sé que esta verdad irrefutable la conocéis todos, sí, yo también la conocía, lo que no hacía era darme cuenta de lo que implica. Básicamente que más te vale que estés aprovechando bien tu vida porque no hay vuelta atrás. Ojito con las decisiones que tomas, y ojito con no rectificar si no estás contento con el resultado.
¿Estudiaste una carrera que no te gusta o no era lo que tú creías, o simplemente te diste cuenta de que no era lo tuyo? Te fastidias. ¿Tienes un trabajo que te tiene amargado, o que sencillamente no te dice nada, no te motiva o te da exactamente igual? Te fastidias. ¿Te levantas cada día a las 6-7 am apagando el despertador maldiciendo al mundo y sales de casa pensando cuándo demonios llegan ya las vacaciones? Te fastidias otra vez. Amigo, tú te lo has buscado. Eres un pisacharcos, y lo sabes. Eso sí, todo esto no quiere decir que no estés a tiempo de arreglar las cosas.

¿Que no? ¿Que te suena a libro barato de autoayuda? Te voy a poner un ejemplo real, y no uno tipo "Tiffany Smith de Oklahoma cambió su vida radicalmente y ahora es muy feliz! Averigua cómo pinchando en el link!" ... no. Mi caso.

lunes, 20 de julio de 2015

Adoptauntío.es y no a un pazguato, y demás efectos del calor veraniego


Hacía ya un mes que no escribía por pura vagancia, creedme. Os diría que he estado haciendo mil cosas, ahí súper ocupada, para aquí y para allá, con esto y con lo otro (que es todo verdad), pero siempre hay ratos libres. Y esta vez los he dedicado al esparcimiento y el latineo, mayormente. Y hacía esfuerzos por sentarme frente al ordenador a escribir eh, que conste, pero este calor soporífero que tenemos en Madrid me impedía mantener los ojos abiertos mirando la pantalla durante más de 5 minutos… o me metía a Facebook así como sin querer. Así que me dejaba vencer y me tumbaba en el sofá, abatida, con ese sentimiento de culpa tan típico de: María, que tienes que escribir y lo sabes… mientras una fuerza extraordinariamente sobrehumana me mantiene inmóvil sin poder hacer otra cosa que asir el mando a distancia del aire acondicionado para aumentar la potencia y no morir deshecha como la bruja del Mago de Oz. Y ya que estoy, mientras el remordimiento me come por dentro, me pongo un par de pelis. Y me como un helado. Pero me sigo sintiendo culpable eh.

Y bueno, una de las típicas pelis que pongo es Gothic, que no puede ser menos apropiada para una calurosa tarde de verano ciertamente. Pero es que me encanta esa película. ¿Por qué? Pues no lo sé, por la misma razón por la que me dan ternurica los dinosaurios, siento un especial interés por las armas de fuego, me emociona entrar en una papelería y ver todas las cartulinas ordenadas por tamaños y colores, y siempre he querido abrazar a Freddy Krueger porque creo que lo necesita (pero sin que él me devuelva el abrazo muy intensamente claro, no jodas…). Y así, porque en realidad todo en esta vida es aleatorio, para una condenada noche en la que consigo quedarme dormida sin que el calor me derrita los sesos, algo me despierta repentinamente…

viernes, 12 de junio de 2015

El experimento de la verdad (y de la mentira)


Si recordáis en la anterior entrada os hablaba de uno de los intríngulis del artisteo que más repelusilla me provoca: la hipocresía, lo que viene siendo el besar y querer y dorar la píldora porque sí. La mala costumbre de usar los apelativos “amor”, “cariño”, “cielo”, “rey” y un largo etcétera desde el minuto uno y con todo el mundo sin distinciones, como si es el colega de un colega que te acaban de presentar. Los abrazos, los besos, los picos... (de esto ya hablé pero es que sigue trastornándome un poco). 
Y sobre todo, el mentir como si no hubiera un mañana con una única finalidad de doble vertiente: o hacerte quedar bien a ti, o querer agradar a tu interlocutor. De una u otra forma, alguno de los egos sale fuertemente reforzado.

Bueno, me propuse hacer un experimento: no mentir NADA DE NADA a lo largo de 5 días y analizar qué diablos ocurría a mi alrededor. Vamos a ver...

miércoles, 27 de mayo de 2015

Intringulis del artisteo que me dan palo: parte tercera


Y es que es normal que, conforme pase el tiempo, más intrigas y maniobras vaya descubriendo en este emocionante mundo del artisteo. Así que después de la primera y la segunda, llega la tercera parte de esta emocionante saga.

Hoy quiero hablaros de la falsedad y la superchería manifiestas.

Cuando algo llama mi atención me gusta husmear y ahondar un poco en el asunto y... no me quedó más remedio que informarme acerca de la falacia, esa gran amiga del artista (bueno y de todo el mundo en general). Y es que el embuste está diseminado everywhere! Se estima que cada día oímos/leemos/decimos más de 200 mentiras, ahí es nada. Aunque obviamente no todas son iguales ni nacen por las mismas razones.